Cuando George Eastman lanzó en 1888 la primera cámara de fotos diseñada para ser usada por cualquier mortal, sabía que estaba revolucionando la fotografía para siempre.
Unos 87 años después, cuando Steven Sasson, inventó la cámara digital en 1975, también intuía que estaba encendiendo la mecha de otra revolución –“este sistema, con mejoras tecnológicas, podría tener un impacto sustancial en la forma en que las personas toman fotos en el futuro”, escribió en el reporte sobre su invento- pero probablemente no pensó en ese momento que habría paso al imperio de la imagen, con la masividad que las cámaras fotográficas tendrían en los futuros teléfonos celulares.
En los primeros días de septiembre de 1971, San Cristóbal plantearía a los miembros de la Junta Directiva tres proyectos de importancia, constituyendo uno de ellos, el primer antecedente de una de las actividades culturales que identifica a la Institución hasta nuestros días y que trascendería las décadas: el “Salón de Fotografía”.
Estas actividades programadas por San Cristóbal, incluían desde la realización de un concurso de dibujos para niños, la disputa del Torneo Challenger “Amistad” hasta la convocatoria para un salón de fotografías que abordaría como tema central “El Seguro”.
Ante esta inquietud, la Junta Directiva resolvía contribuir económicamente para la adquisición de los premios que se otorgarían en las competencias indicadas y autorizar a visitar la Sede de la Sociedad a los interesados en participar en el “Salón de Fotografía”, quedando facultados los directivos para designar a las personas que integrarían el jurado en los concursos indicados.
El primer “Salón de Fotografía” de San Cristóbal convocado en 1971, alcanzaría gran repercusión superando las expectativas de los organizadores. Este concurso convocaría a fotógrafos de talla internacional, entre ellos, las tantas veces laureado Pedro Luis Raota.
Su jurado estaría constituido por los Sres. Abraham M. Kleiner, en su carácter de Presidente de la Comisión de Cultura de la Mutual, Julio Vaccareza y los fotógrafos Rosa Nelly Travesaro y Antonio Carrillo.
La entrega de los premios se concretaba en el hall del “Centro Edilicio San Cristóbal” asistiendo los miembros de la Junta Directiva; además de los miembros del jurado y numeroso público. El primer premio del certamen, lo obtendría el fotógrafo Pedro L. Raota, recibiendo la medalla de oro por su foto titulada “Después del accidente… el dolor”. El segundo premio, una medalla de plata, se le entregaría al Sr. Hugo Salzamendi, mientras que el tercer galardón le correspondería al Sr. Barrios.